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Hola a tod@s, casi sentí que la entrada de hoy no iba a poder hacerla, porque mi conexión estaba fatal y no me dejaba entrar a internet, pero ya estoy aquí con el nuevo capítulo.
Ayer por las prisas se me olvido decirles que el libro ganador fue: "Supersticiones Libro 2: Las Herraduras De Caballo", así que ese es el siguiente libro largo en el que me concentrare.
Y sin más les dejo el capítulo, porque tengo un dolor de cabeza horrible que no me deja ni pensar, espero ustedes se sientan mejor y les guste el capítulo de hoy q(^o^)p...
CAPÍTULO 12
―Entonces creo que cumpliré
su deseo, no importa sus motivos, nadie puede tocarte ni mucho menos amenazar tu
vida, y seguir respirando en este mundo.
Daniel
sentía que su sangre hervía, su lobo estaba arremetiendo duro para que le
liberara, y tenía que poner cada gramo de su voluntad para no cambiar en esos
momentos. No sería prudente hacerlo, ya que podría desencadenar una reacción
instintiva en él otro, haciendo que atacara a su pareja, aunque Axel dijera lo
contrario.
―¡Por favor, no lo
hagas!
―No puedo correr riesgos, no cuando
de tu vida se trata, Axel.
―Mi vida no está en peligro.
―¿Cómo puedes estar tan
seguro?
―Porque su mirada… es igual a la que yo tenía hace
tiempo.
Eso
pareció desconcentrar a todo el mundo, no solamente a él. Miró con más
detenimiento al atacante de su pareja. Era como diez centímetro más alto que
Axel, de piel sumamente blanca que contrastaba con el pelo de color negro como
el de su pareja, aunque las puntas del otro terminaban en un intenso y
brillante rojo. Su complexión era delgada, al grado que parecía ser
engañosamente débil.
Su
rostro era de suaves formas bien proporcionadas, no parecía tener más de veinte
años, había hasta cierto toque angelical en él. Pero sus ojos, de un vivo color
esmeralda, brillaban con frialdad y crueldad eliminando esa apariencia de
inocencia. Nada que ver con los dorados ojos de su gato, que desde la primera
que se encontraron mostraron una innata curiosidad, precaución, candidez y, en
muchas ocasiones aún, cierta melancolía y tristeza. No podía ver ningún
parecido en ambas miradas.
―Te equivocas pareja, sus
miradas son muy distinta.
―No, no lo son, yo lo vi claramente… El cansancio de
un alma torturada, por un destino que no se pidió. El innegable deseo de que
todo termine de una vez por todas, pero este sólo puede ser otorgado por manos
ajenas, debido a que la parte animal impulsa a seguir viviendo, aunque eso es
lo último que se quiere. ―Las
palabras impregnadas del más crudo dolor, hicieron que Daniel sintiera como si
le acabaran de arrancar el corazón con unas garras.
―¡No hablen de mí, como
si no estuviera presente! ―reclamó
la serpiente siendo ignorado por la pareja, que olvidando la situación en la
que se encontraban, siguieron hablando.
―Ya no te sientes de esa
manera ¿verdad?
―No, no completamente desde hace un tiempo, al menos
hasta hoy ―hizo
una pequeña pausa, tratando de encontrar las palabras adecuadas para hacerse
entender―… Por primera vez en
mi vida junto a todos ustedes, en especial junto a ti, me sentí parte de algo. Y
por un momento creí, que por fin podría escapar de lo que soy. Pero no es
verdad, aún sigo siendo un gato negro, y por más que quiera lo contrarío, nunca
dejare de serlo… ¿Comprendes lo que quiero decir?
―Axel, hablamos de esto y sé
que es difícil de creer cuando toda tu vida has escuchado lo contrario, pe…
―No es que lo haya escuchado, es algo por lo que he
pasado toda mi vida. Tú más que nadie, debería creerlo ahora. ―Él interrumpió el
dialogo de Daniel, recordaba haberle contado todo. Por lo que aún no entendía
cómo es que éste quería negar la verdad, cuando frente suyo estaba la evidencia
de que él atraía la mala suerte―. Si no, ¿cómo puedes
explicar que poco tiempo después de que llegue con ustedes, perdieran su casa, y
por ello se hayan visto obligados a mudarse?, y no olvides el incidente, en que
todos los vehículos se descompusieron al mismo tiempo. Eso no es algo normal y
lo sabes.
―Supuse que me habías
escuchado, cuando hablaba con Coronel. ―Vio
que su pareja suspiro evidentemente incomodo, era claro que no hubiera querido
que él se enterara. Algo que Axel no podía comprender, hubiera pensado que en
cuanto las cosas comenzaran a ir mal, inmediatamente seria acusado y lanzado lo
más lejos posible―. Es cierto que las cosas han estado algo
complicadas, pero ninguna de ellas fueron tu culpa.
―¿Entonces de quién es?
―Bueno, esa sería mi culpa en
realidad.
La suave voz finalmente penetró en
la neblina de sus mentes, y por primera vez en varios minutos recordaron que no
estaban solos, y que habían estado discutiendo asuntos privados frente a una multitud
de extraños, y varios conocidos. Axel comenzó a ponerse rojo de vergüenza,
buscando el lugar más cercano para esconderse. Entonces después de un momento
de bochornoso silencio, las palabras de su captor
fueron procesadas por su cerebro, así como el significado de estas.
―¡¿Qué?!
Y Al parecer Axel no
fue el único en ser afectado por todo ese asunto, pues su pareja y los miembros
de su manada que se encontraban allí, habían dicho al unísono, la misma
pregunta llena de la incredulidad que sentían, opacando fácilmente su débil voz.
―Es simple ―contestó el cambiaformas
serpiente mirándole sólo a él, manteniendo su voz y una apariencia aburrida
como si realmente no le interesara nada, pero
había algo que le decía a Axel que era todo lo contrario―, hace un par de meses, tu
pareja se metió con la gente equivocada, quienes me dieron la orden de
mantenerles vigilados y hacerles pagar por lo que hicieron… Esos dos incidentes
fueron causados por mí, para lograr la encomienda que me fue asignada.
Esa nueva información sacudió a
Axel, ¿eso significaba que él no había sido el responsable de todo en esta
ocasión?, o ¿simplemente su presencia había ayudado a la serpiente para
realizar su trabajo?, claro que ninguno estaba muerto aún, ¿pero cuánto tiempo
duraría eso?. Porque aunque estaba seguro que éste no mataría a nadie, no
quería decir que no pudieran mandar a alguien más a hacer el trabajo, ¿cierto?
<<¡Maldición!,
el dolor de cabeza está regresando>>
―Si no eres capaz de matar,
como lo asegura mi pareja, ¿Qué haces con ese tipo de gente?
―Ya he dicho que no me conoce,
para asegurar una cosa tan ridícula.
―Pues estoy pensando que él está
en lo cierto. En este corto lapso de tiempo, has tenido muchas oportunidades
para acabar con al menos uno o dos de nosotros, y escapar en medio de la
confusión para después regresar por los demás ―dijo Daniel acercándose lentamente a ellos, su lobo se
había tranquilizado un poco, y ya sin la furia que le cegara pudo darse cuenta
de que a pesar de saber, que el cambiaformas que sujetaba a su pareja
pertenecía a una peligrosa especie, realmente no sentía ninguna agresividad
emanando de él. Únicamente podía sentir su aprensión e incomodidad. ―Será mejor
que sueltes a Axel y vuelvas por dónde has venido, porque aquí no
conseguirás lo que deseas.
―¿Y qué se supone que haga?,
no puedo regresar si no llevo tu cabeza.
―Entonces no regreses.
―¡Claro, todo es tan fácil!
¿Cómo no lo pensé antes? ―dijo
con una voz
cargada de sarcasmo―. Un
cambiaformas serpiente es recibido con los brazos abiertos a donde quiera que
vaya, y los nidos aceptan a todo forastero para que se unan a ellos.
―En ese caso, quédate con nosotros.
Axel hubiera jurado que en lugar de
dar una propuesta, hubiera gritado que en cinco segundos una bomba estallaría, pues
el caos se desató a su alrededor. Afortunadamente Daniel intervino, poniendo
orden.
―¡Silencio! ―dijo con voz potente pero sin
gritar, barriendo con su mirado todo el sitio, para luego encontrarse con la
suya. Axel sabía que había hablado sin pensar, cometiendo un error muy grave,
ese tipo de invitaciones sólo podían hacerlas los Alfas. Reconociendo su falta
ante su pareja, bajo la mirada avergonzado dispuesto a aceptar el castigo que
decidiera darle, nunca espero escuchar sus siguientes palabras―. Mi pareja te
ha hecho una invitación, ¿la aceptaras?
Todo el mundo quedo en silencioso
shock, el cambiaformas serpiente sólo podía abrir y cerrar la boca con
incredulidad, hasta que finalmente pudo encontrar su voz.
―¿No puede estar hablando en serio?
―Nunca bromearía con una cosa tan
importante.
―¿Por qué lo haces?
Axel por la sorpresa levanto
nuevamente la cabeza, y vio como su pareja continuaba mirándole directamente, y
entonces sintió derretirse por su lobo. Aquella mirada estaba cargada de
candidez y amor, e inconscientemente comenzó a caminar hacia él. Saliendo sin
ningún problema, del agarre de la serpiente, quien tampoco intento retenerle.
―Axel nunca ha pedido nada, no puedo
negarle la única cosa que puedo ver, él desea verdaderamente ―afirmó interceptándolo
a mitad del camino, y de forma suave con ambas manos, le tomo de la cara
depositando un casto beso en sus labios. Axel únicamente pudo ronronear de
placer, terminando de pegarse al firme cuerpo de Daniel, para después restregar
sus mejillas, sin poder evitarlo, en el pecho de éste―. Eso no quiere decir que
confiare en ti de buenas a primeras, por tiempo indefinido se te asignara a un
guardián, y tendrás las restricciones correspondientes para los de tu especie,
hasta que yo diga lo contrario. También deberás ganar a pulso tu lugar dentro
de la manada con tus acciones, como cualquier otro. Además de jurar lealtad absoluta
hacia mí, y también hacia mi pareja y la manada. Sí estás de acuerdo con estas
condiciones, serás bienvenido a unirte a nosotros. ¿Cuál es tu decisión?
―Yo… ―La tormenta de sentimientos
encontrados se podría ver en las verdes orbes, que miraban erráticamente a su
alrededor sin mirar a nadie directamente, como si estuviera preparando su ruta
de escape. Por un momento cerró ojos, y tras abrirlos nuevamente dio un profundo
suspiro respondiendo en un susurro apenas audible―. Acepto sus condiciones.
Miró a su alrededor cuando la puerta
se cerró tras de sí. Estaba en un diminuto cuarto, sin rendijas ni ventanas,
con las paredes pintadas de algún color claro. Lo más seguro es que fuera un
tono crema, pero sin una fuente de luz, poco podría hacer para distinguirlo. Su
vista no estaba desarrollada para ver en la oscuridad, como las de otras
especies de cambiaformas, aunque si era mejor que la de los humanos durante el
día.
Antes de que le privaran de la luz,
había sido capaz de ver un colchón inflable de una sola plaza, con una cobija
doblada encima, y eso era todo el
mobiliario que había. Dio un largo suspiro mientras a tientas tomaba la cobija
para acostarse. Podía oler claramente al lobo que le habían puesto como guardia,
un ejecutor de nombre Zacarias, al que llamaban simplemente Zac.
Lo sabía porque desde que les vio en
el restaurante, donde espiaban a su amo,
les había estado vigilando y recabando información de ellos, así como de todos sus
movimientos. A decir verdad, él fue quien informó al hombre sobre quienes
habían sido los culpables de la fallida operación. Para ello tuvo que fingir,
que había extraído la información de la computadora de un oficial,
infiltrándose en las instalaciones de la policía. Claro que la información que
les dio no toda era verdadera, sólo de esa forma, se había asegurado tener
margen para maniobrar.
Una vez que sus ojos se
acostumbraron a la oscuridad que le rodeaba, miró nuevamente el estéril cuarto, que era más una celda que otra
cosa.
<<Bueno,
no es diferente a lo que he tenido hasta ahora, así que no debería de quejarme>>
Una cruel sonrisa dirigida a sí
mismo apareció en su rostro, había sido un tonto en creer que las cosas cambiarían,
aunque en realidad sí había un ligero cambio. Llevo sus dedos a molesta
estructura de metal, muy parecida a los brackets que los humanos utilizan para
enderezar los dientes, pero estos estaban diseñados y hechos especialmente para
evitar el crecimiento de los colmillos. También los había para las uñas.
Una ingeniosa medida para
neutralizar a la mayoría de cambiaformas, manteniéndolos en una especie de
libertad condicional, aceptada por el infractor
con tal de evadir el encierro, que era el peor castigo para algunas
especies que no apreciaban los espacios reducidos. Estas restricciones eran
temporales porque perdían fuerza con el tiempo,
aproximadamente solo duraban seis meses, pero durante ese periodo del
castigado, se encontraba sumamente vulnerables. Así se garantizaba el que no se
metieran en más problemas.
Las suyas por supuesto, tenían una
ligera modificación en cuanto a su funcionamiento debido a su especie. Habían
sido colocadas de tal manera que no impedía el crecimiento, sino que obstruían
el conducto por el cual su veneno salía. Cerró los ojos tratando de hacer a un
lado las molestias causadas por las piezas metálicas, recordando el por qué
había aceptado estar en esa situación en primer lugar, aunque realmente no
tenía que pensarlo mucho.
En un principio, cuando descubrió que
había lobos en el nuevo territorio de su
amo, vio la oportunidad perfecta de terminar con todo de una vez y para
siempre. Desde ese momento estuvo buscando la manera, en
que podía provocar a la manada entera lo suficiente para que le mataran. Y cuando había descubierto que
el Alfa había encontrado a su pareja, en el cambiaformas gato, repentinamente
tuvo claro lo que tenía que hacer.
No había contado con que el jefe le ordenara explotar a todos con
una bomba, eso destruiría por completo sus planes, afortunadamente ese mismo
día el felino había escapado, y como consecuencia todos habían salido a su
búsqueda. Él sólo tuvo que aguantar un pequeño
castigo por su fallo, pero rápidamente se había curado de la golpiza recibida,
era muy difícil que un humano pudiera matar a un cambiaformas, y más al de una
serpiente. Incluso para las otras especies era difícil hacerlo, esa era la
razón de que fueran tan temidas. Pero eso sin embargo, no significaba que
fueran inmunes al dolor.
Entonces cinco días después del correctivo, le ordenaron seguirles a
donde quiera que estuvieran para acabar con su
trabajo. Eso le dio una nueva oportunidad, y decidió poner en marcha su
plan de secuestrar a Axel. Pero en esta ocasión durante el traslado, porque sin
saberlo, los lobos le estaban poniendo las cosas en bandeja de plata. Era más
fácil atrapar a alguien en medio de situaciones confusas y estresantes, como lo
era una mudanza, así que la situación era perfecta para sus maquinaciones. Descomponer
los vehículos había sido muy sencillo, un poco de agua en el tanque de la
gasolina hizo todo el trabajo.
Ni en sus más locos sueños habría
imaginado que todo acabara de esa forma, no quería aceptar una oferta que sabía
jamás iba a funcionar para él. Pero no podía quitarse de la mente la imagen del
gato defendiéndole. Nunca nadie había hecho eso, ni siquiera su madre que
permitió que su padre lo golpeara a diario, y después lo vendiera a su amo como si se tratase de un objeto
cualquiera. Por un momento sintió que había esperanzas para él, pero viendo el
agujero donde lo habían metido, sabía que se había equivocado. Lo más seguro es
que el Alfa Daniel, sólo quisiera sus raras habilidades para utilizarlas a su
propio beneficio, como su antiguo dueño lo había hecho.
La repentina luz que se produjo al
abrirse la puerta, le lastimo los ojos, los cuales cubrió en un intento de protegerlos.
Unos instantes más tarde, cuando los abrió nuevamente, vio en el marco de la
puerta a Axel, escoltado por los lobos a los que llamaban Bram y Roy,
respectivamente. A los tres les lanzo una mirada molesta e inquisidora, con
todo y ceja levantada, pero mordió su lengua para no soltar su sarcasmo
natural, el cual ya le había causado muchos problemas en el pasado, lo que le
enseño a tener su boca cerrada la mayor parte de tiempo, aunque a veces eso le
era simplemente imposible hacer precisamente eso.
Vio entonces como el gato garabateo
algo rápidamente en una pequeña libreta, para después extendérsela. Intrigado
se sentó, y con precaución la tomó para leer lo que había en ella.
Lo siento, pero Doc me regaño por haber hablado
tanto, y me prohibió hacerlo de nuevo, al menos hasta la siguiente semana, así
que tendrás que leerme por un tiempo… También siento que te hayan puesto aquí, es
mi culpa. Debido a que entraste en contacto conmigo, la mala suerte ahora te
sigue, espero que un día puedas perdonarme.
Él levantó sorprendido el rostro
hacia el gato, que tenía la cabeza agachada y estaba retorciendo sus manos de
manera nerviosa. No sabía que decir, nunca nadie le había pedido perdón ni
tampoco había jamás tenido que consolar a nadie, pero no podía soportar ver al
otro de esa manera. Haciendo un gesto de indiferencia regreso la libreta a su
dueño.
―No creo que estuvieras allí el día
que nací, así que dudo mucho que seas él responsable de que las cosas siempre
resulten de esta manera para mí, por lo que no hay ninguna razón para que me
pidas disculpas ni yo para aceptarlas… Y te daré un consejo, únicamente porque no me
caes mal, aunque eso no significa que me caigas bien, ¿entendido?... Nunca, y en serio
eso significa NUNCA, debes inclinar
tu cabeza a nadie que no sea tu pareja.
>>Se supone que eres la Pareja
Alfa de esta manada, y debes actuar como tal o harás que los otros consideren débil
a toda la manada, haciendo que nos ataquen en consecuencia. Y ya que parece que
perteneceré a esta manada, no quiero que eso suceda, así que no lo hagas. Ahora
si me disculpan es tarde y ha sido un largo día para mí, así que les pediré que
se retiren para que yo pueda dormir y descansar un poco. ―Dicho esto se volvió
a recostar acomodando otra vez las cobijas sobre él, y repentinamente vio la
libreta nuevamente frente a él. Frunciendo más profundamente su ceño, se la
arrebato de las manos a su dueño.
Muchas gracias por el consejo, juro que lo tomare
en cuenta… Sólo una cosa más antes de irnos, ¿Cuál es tu nombre?
―Aníbal ―contestó con algo de
renuencia, entregando una vez más la libreta a Axel.
―Descansa
Aníbal, y bienvenido a la manada
―dijo el gato en un suave y casi imperceptible susurro.
Axel entonces comenzó a bajar la
cabeza, algo que hacía por costumbre, según Aníbal podía decir al estarlo
observando por un tiempo, pero al parecer tomó enserio sus palabras y levanto
el mentón de forma orgullosa. Hizo un
leve gesto de despedida y salió seguido de sus escoltas, con la puerta
cerrándose tras de ellos. Sin poder evitarlo Aníbal sonrió, al parecer las
cosas no serían tan malas después de todo, aunque tampoco quería emocionarse demasiado.
Exhausto cerró los ojos dispuesto a
dormir, había aprendido que nada ganaba con preocuparse antes de tiempo, lo
único que podía hacer era aguardar pacientemente, y ver como las cosas terminaban
sucediendo.
―No puedo creer que había una
serpiente en nuestro territorio, y nadie se dio cuenta de ello.
―A mí me habría sorprendido que lo
hicieran ―respondió Zareb entrando a la habitación, del cuarto de baño anexo al
dormitorio, con solo una toalla envuelta sobre sus caderas y otra en la mano,
que utilizaba para secarse el cabello. Hubiera podido salir completamente
desnudo, sabiendo que nadie entraría a sus habitaciones si apreciaban sus
vidas, pero también sabía que no había nada que encendiera más a su pareja que
desnudarle―, esos animalejos son muy escurridizos, hábiles para esconderse y
atacar a traición. Lo que yo no puedo creer es que Daniel le aceptara dentro de
su manada, creí que era un Alfa más consciente, pero veo que me equivoque… Oye
¿me estás haciendo caso?
―¡¿Eh?!... Oh si por supuesto.
―Eres un pésimo mentiroso.
―Bueno lo siento, pero no esperes
que me concentre cuando tengo tal tentación frente de mí ―dicho esto, se
levanto de la cama donde había estado sentado, y comenzó a rodearle como todo
un depredador listo para devorar su presa.
Eso hizo que la respiración de Zareb
se acelerara, y la excitación empezara a construir dentro de él. Ante esa
mirada predadora, y los gruesos músculos ondulando con cada movimiento, su pene
comenzó a llenar rápidamente formando una casa de campaña con la toalla. Pero
lo que acabo por derretirle, fue la oscura, grave y sensual voz de su pareja.
―Lo único en lo que puedo pensar, es
en cómo te voy a quitar ese molesto trozo de tela, para reclamar lo que me
pertenece. Pero respondiendo a tu pregunta no formulada ―pauso un momento sin
detener su acecho, retrasando aposta el tan ansiado momento―… lo más seguro es
que tampoco yo le hubiera admitido en nuestra manada. Aunque a favor del Alfa
Daniel, diré que mi instinto protector no se activo en lo más mínimo con la presencia
de la serpiente, y sabes que en mí es muy fuerte debido a mi naturaleza.
―Bien, solo espero que esto no se
convierta en un inconveniente para mis planes. ¿Crees que deba cambiarlos?
―Sí, pienso que la acción directa,
será más efectiva en este caso. De lo contrario podría pasar tú oportunidad
para corregir ese error, sobre todo
porque ahora Daniel seguro aumentara la vigilancia hacia su pareja.
―Tienes razón, pero ahora ¡cállate y
jódeme ya!
―¡Oye!, recuerda que aquí el Alfa
soy yo.
―Cariño, sabes muy bien que sólo
eres Alfa en título y quien da la cara al público, pero yo soy el verdadero Alfa
que actúa desde las sombras.
―Touché ―respondió Nerón riendo ante
la broma de su compañero, aunque no podía negar que su león le tenía atado al
meñique, y podía manipularle igual que arcilla. Afortunadamente para él, Zareb
no se aprovechaba de eso, o al menos no todos los días, generalmente le dejaba
descansar uno a la semana―, entonces creo que no tengo más remedio que obedecer
sus órdenes, mi Alfa.
―Y más vale que sea rápido, o tendré
que traer el látigo.
―Se supone que amenaces con algo
horrible que la gente tema, no que con algo que se desee.
―Entonces que te parece esto, o me
jodes en este mismo instante, o no podrás tocarme por una semana entera.
―Esa si es una verdadera amenaza,
una que de ninguna manera permitiré que se cumpla.
Cogiéndole por la cintura, Líder sin
esfuerzo alguno le arrojó a la cama, mientras se terminaba de desnudar. Al
parecer el baño de su pareja iba a tener que esperar un poco más, y el tendría
que tomar un segundo. Pero bien valía la pena terminar todo arrugado cual pasa,
si tenía a semejante hombre haciéndole compañía, complaciéndole en todos los
sentidos.
Y bien ¿qué les pareció?... No olviden dejar sus comentarios para hacérmelo saber, eso me anima a seguir escribiendo. Por el momento me despido, esperen muy pronto más de mis locuras q(^o^)p...
buenísimos.....solo un pekeñito favorcito....búscale un compañero a Aníbal...plis...me dío penita.....y la patada al león antipático...que se jura dios...en fin...saludos y un abrazo gigante...bss
ResponderEliminarFue fantástico ♥ que más se puede decir sfadsfasz amo esta trama y me alegro mucho de leer este nuevo capitulo ♥
ResponderEliminarMuchas gracias por este capitulo 12 :) ♥
me encanto y concuerdo con xolis buscale pareja a Anibal hasta mañana
ResponderEliminarSuper el Cap de hoy estuvo buenisimo como siempre . Y me uno a la petición de xolis también xfa una pareja para anibal te lo agradecería muxisimo gracias x el Cap de nuevo vas Bn me encanta como va la historia hasta ahora
ResponderEliminarGracias por el capitulo estuvo genial y me uno a los anteriores peticiones de buscarle pareja a la serpiente y sin mas espero al siguiente capitulo
ResponderEliminarME PARECE QUE AXEL RECOJERA A TODOS LOS INADADTADOS QUE ENCUENTRE
ResponderEliminarhola mi preciosa escritora: espero que te encuentres mejor hoy,
ResponderEliminaragradezco que aunque no te sentías bien te esforzaste por dejarnos nuestra cuota de capi
no me esperaba esta aparición de Anibal y me uno al pedido de los demás,xfi un compañero xa el ........
esperando la continuacion,besos
Hola, me encanto, esta genial. Por Dios que malo es el león.
ResponderEliminarSeguro que Anibal salva a Axel.
Besos y esperando para el próximo.
Hola Lady :D
ResponderEliminarMuchas gracias por el capi, cuídate mucho y no te estreses demasiado, besosss
hola lady, gracias por compartir otro capitulo mas, me encanta Axel es tan noble, y como todas quiero una pareja para anibal jajjaja y del león ni hablo, ya recibirá lo que se merece besos
ResponderEliminarHola, wow que capitulo!! Me encanta nuestro minino siempre humilde y noble. Espero que Anibal vea que la manada no lo utilizara y que solo desean lo mejor para el. Muchas gracias por compartir el capitulo con nosotr@s.
ResponderEliminarBesos <3