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Hola a tod@s, no puedo creer que ya vayamos en el capítulo nueve, y todavía no se aburran de mi historia, algo que me tiene muy contenta q(^o^)p, espero que eso siga así XD. Y gracias por todo el apoyo que me han estado dando.
Ahora, y a pesar de que licad me dijo que no necesitaba respuesta, con gusto hablare un poco sobre él tema sin profundizar mucho en caso de realmente no quisieran la respuesta, pero yo también necesito desahogarme XP.
La verdad es que no todos los personajes en los que hago cierto énfasis tendrán un libro, son quince miembros en la manada y solo habrá 4 libros contando este, así que únicamente unos cuantos serán afortunados en tener su propia historia. Y desgraciadamente, tampoco las 4 novelas, se centrara en los lobos específicamente, aunque conserven algún grado de intervención.
Sé que tal vez esto l@s confunda, más de lo que aclara las cosas, pero es que necesito saber si realmente quieren que les diga para no spoilearles, como es mi costumbre hacerlo, al menos eso siempre me dicen mis herman@s XD. Pero los que sí quieran una respuesta un poco más clara, vayan a aquí: a la sección de proyectos futuros, con solo ver las portadas y leer las sinopsis resolverán sus dudas, o al menos esos espero XP.
Ahora vayamos a lo que han estado esperando todo el día, disfruten del capítulo nueve, espero este también se de su agrado q(^o^)p...
CAPÍTULO
9
Llevaban
aproximadamente media hora de recorrido, no habían llegado tan lejos como
Daniel hubiera querido, ya que debían tener mucho cuidado al desplazarse por tierras
desconocidas. Aunque él le dijera a Axel que lo hacían de esta forma para no
entrar a un territorio reclamado, en realidad lo hacía para evitar que los
detectaran. Estaba seguro que el territorio ya tenía dueño, de lo contrario el
secretario del consejo, les hubiera dado esa ubicación como una de las opciones
disponibles.
Según
las reglas de amnistía entre seres paranormales, contaban con un periodo de
máximo treinta y seis horas, para arreglar algún asunto que tuvieran en el
lugar. Tiempo que según, el Alfa o líder a quien pertenecían la zona, podía
prolongar si lo creía conveniente y factible. Pero no todos seguían esa regla y
ellos tenían que encargarse del problema con los vehículos, y dudaba que fuera
algo que un mecánico pudiera arreglar rápidamente.
Así
que el plan consistía en entrar a la ciudad a escondidas, e investigar quien
era el jefe. Si era una de las especies pacificas, él trataría con ellos para
que les extendieran la estadía, el tiempo necesario para el arreglo de los
carros. Y si resultaba ser de las más hostiles, tratarían de pasar
desapercibidos hasta que todo se arreglara. Algo que definitivamente no sería
fácil, pero tenía confianza de que
podrían resolverlo de alguna forma.
Daniel
miro hacia abajo a su derecha, para ver a su pareja caminar a su lado. Axel era
realmente un felino hermoso, su negro pelaje corto y muy abundante, principalmente
en la cola un poco esponjosa, brillaba suave y sedoso. De tamaño mediano con buena
musculatura, sobre todo ahora que estaba mejor alimentado, de líneas elegantes,
extremidades fuertes y bien proporcionadas, cabeza redondeada, hocico corto y
ancho, orejas medianas, con las puntas ligeramente redondeadas, y pecho ancho y
bien desarrollado.
Parecía
una mini-pantera más que un gato domestico, especialmente por sus intensos ojos
ámbar. Le había costado un poco que su pareja cambiara, sabía que aún sentía el
temor de atraer a la mala suerte, miedo que había sido arraigado en él desde
una edad temprana. Incluso ahora que lo pensaba bien, Axel nunca hizo el
intento por cambiar, desde que despertó por primera vez en la enfermería de Doc,
algo no común para los cambiaformas.
Pero
Daniel no podía quejarse por el tiempo que tardo en convencerle, porque fueron
los quince minutos que mejor había invertido en algo. El simple hecho de ver a su pareja jugueteando
y divirtiéndose en lo que parecía años, era el mejor pago que pudo haber
recibido. Sobre todo porque el comportamiento de su minino, le decía que se
sentía seguro y cómodo con él. Desde el cambio, cuando los instintos animales de
Axel se incrementaron, tomando más control el cuerpo y sus acciones, no había abandono
su lado.
Llegando
al grado de haberse escondido los primeros minutos entre sus patas, hasta que
se sintió más confiado como para aventurarse un poco más lejos, pero no mucho.
Tampoco se acercaba a los otros lobos que les rodeaban, y siempre que algo le
alteraba, corría nuevamente a esconderse debajo de él. Esto hacia que el pecho
de Daniel se hinchara de orgullo, y sintiera como si midiera tres metros de
alto, pues todo eso demostraba que su pareja realmente confiaba él.
Repentinamente
Axel saltó grácilmente para trepar por él, hasta posarse en su lomo, claro que
al estar en movimiento esa no era una maniobra fácil de realizar, pero su
pareja logro su cometido utilizando sus largas y afiladas garras para
sostenerse. Afortunadamente él tenía un pelaje y piel gruesa, lo que le salvo
de la mayoría del daño, aunque no del todo como hubiera querido.
Las
garras de su pareja eran delgadas pero muy fuertes y resistentes, lo que
permitía que estas pasaran fácilmente entre su pelaje, hasta llegar a la carne atravesándola.
Daniel tuvo que hacer grandes esfuerzos para no gruñir y sacudirse
violentamente, lo que sin duda hubiera lanzado lejos a su pareja. Quien parecía
ajena al malestar y los pequeños rasguños, que había ocasionado con su
inesperado movimiento. En cambio permaneció agazapado sobre su lomo, mirando
atentamente todo a su alrededor, asechando a una presa imaginaria.
Daniel
giraba de vez en cuando su cabeza para ver como su pareja lanzaba zarpadas, a
las plantas que se mecían junto a ellos cuando pasaban. De haber podido reír en
su forma de lobo, lo hubiera hecho sin dudarlo. En su lugar mantuvo un paso
ligero, tratando de no moverse demasiado, para que Axel pudiera permanecer allí
arriba sin problemas. Y sobre todo, para que no volviera a utilizar sus letales garras.
Podían
no causarle gran daño, pero eso no significara que los rasguños no dolieran, o no
crearan ligeras molestias. El costado por el que Axel trepara, había quedado
con una estela de ligero ardor que comenzaba a picar, para volver a doler
después de un tiempo. Era la segunda vez que su pareja le daba una probada de
sus pequeñas garras, lo que sin duda era
un recordatorio de no hacer enojar al más pequeño, o sin duda pagaría las
consecuencias.
―Fue un largo trayecto para
llegar, será mejor que esperes aquí con Bram y Roy, nosotros iremos a buscar un
hotel y comida.
Axel
asintió a su pareja, quien sonriendo se inclino para darle un suave beso en los
labios, que sólo duro unos pocos segundos.
Él sintió unas terribles ganas de tomar a su lobo por el cuello,
atrayéndole para un beso más largo y apasionado. Pero nuevamente se contuvo, o
mejor dicho nuevamente fue demasiado cobarde y tímido, para lo que él consideraba
era un acto sumamente temerario.
En
lugar de eso sólo vio como su pareja y los demás se alejaban, mientras el
permanecía sentado en una banca algo escondida del jardín de la plaza, bajo la
sombra de un gran árbol, el cual ofrecía un refrescante consuelo ante el
ardiente sol que brillaba inclemente sobre ellos.
La
ciudad era un poco más grande de lo que en un inicio pensaba, aunque aún muy
pequeña para los estándares actuales. Además parecía que no había mucha gente, las
calles se veían demasiado vacías y muchos negocios tenían en ese momento las
puertas cerradas, tal vez eso se debía a que era la hora de la comida y la gran
mayoría de las personas estarían comiendo en sus casas.
Axel
dejó por el momento esa cuestión para recordar la travesía que hicieron, y que para
su total asombro, había ido increíblemente bien. En un primer momento había
sentido verdadero pavor cuando su pareja le pidió que cambiara, las cosas
habían estado yendo muy bien para que repentinamente todo comenzara a ir mal,
por traer a su gato negro a la superficie. Así que sin perder tiempo, le
escribió a Daniel que él esperaría con los otros en alguna de las camionetas,
hasta que llamara para que les alcanzara.
Pero
su pareja fue tan insistente, que Axel termino cediendo. Aunque él tenía que
admitir, que termino aceptando bastante más rápido de lo que generalmente
hubiera tardado en convencerle, y es que el creciente deseo que tenia de
cambiar desde hace días tuvo mucho que ver en esa decisión. Para cualquier
cambiaformas no transmutar con regularidad, se convertía en un verdadero
suplicio. Sus animales internos anhelaban y necesitaban salir a la superficie,
como su parte humana anhelaban y necesitaba respirar para seguir viviendo.
Afortunadamente
una de las ventajas de ser un animal de tamaño pequeño, era que no había
necesidad de quitarse la ropa por temor a romperla, podía quedarse enredado,
pero definitivamente no la destrozaría. Algo realmente bueno según la opinión
de Axel, porque no creía que podría desnudarse frente a su pareja para cambiar,
al menos no aún, y tal vez no en un futuro muy cercano.
Nunca
había estado con nadie, lo que no era de extrañar porque había permanecido
alejado de cualquier ser vivo, por lo que ansiaba y le horrorizaba el momento
de la reclamación. Si un sólo toque o beso de su pareja le hacía cimbrar hasta los
cimientos, no podía ni imaginarse los placenteros estragos que ocasionaría tan
importante momento.
¿Pero
qué si hacia algo incorrecto, o que no le gustara a su lobo? ¿Y si no podía
complacerle como se debía? Entonces Daniel
estaría tan decepcionado, al grado de ya no querer tener relaciones sexuales
con él, y buscaría a otra persona que sí pudiera satisfacerle, lo que haría que
Axel quedara devastado. Y viendo el historial de su suerte, o mejor dicho la ausencia de esta, eso sería justo lo que
terminaría pasando.
<<¡Rayos! ahora que lo pienso ¿No
será esa la razón de que todo parezca ir tan bien hasta el momento?... Sí, porque
de esa forma la maldita de mi suerte puede entrar en acción justo en ese
preciso momento, y terminar así de destruirme de una vez por todas…
¡Maldición, eso es justo lo que tiene
que estar pasando!, ¿Cómo puede siquiera creer que la vida por fin me estaba
sonriendo, dándome una pareja tan increíble como Daniel? Después de todo soy un
asesino portador de desgracias, yo no merezco ser feliz… ¿Por qué incluso creí,
aunque fuera por un momento, que sería lo contrario?>>
Axel
sintió como la garganta se le apretaba al igual que su pecho, como si un puño
invisible los oprimiera cruelmente. Las lágrimas no tardaron en reunirse en sus
ojos, pero él los cerró fuertemente para evitar que se derramaran. No iba a
llorar, hacerlo no había servido en el pasado, y no serviría en el presente. Respiró
profundamente, trayendo la atención del par de lobos sobre él, lo sabía incluso
sin verles, por lo intensas que eran sus miradas.
Y él
quería estar solo aunque fuera por unos pocos segundos, y lamer sus heridas sin
testigos que presenciase lo patético que era, así que lo mejor era fingir que
estaba bien. Tomo su libreta y bolígrafo maldiciendo interiormente al notar que
sus manos temblaban. Debía tranquilizarse o su plan no serviría de nada, controlándose
como pudo, escribió rápidamente antes de entregar la libreta a Roy para que
junto con Bram la leyeran.
Tengo sed
y hambre, ¿ustedes no? porque no van a comprar unas botellas de agua y de paso
algún bocadillo en lo que esperamos a los demás, porque yo creo que tardaran un
poco.
―Es buena idea, nos
terminamos toda el agua en el camino, pero creo que con que uno vaya es más que
suficiente.
―Yo iré Roy, tu espera con el
señor Axel.
Vayan los dos para que puedan traer las cosas sin
problemas, yo los espero, prometo que no me moveré de aquí. Además la tienda
esta allí enfrente, y podrán verme desde allí, así que estaré bien.
Fue
la respuesta apresurada que escribió, decía la verdad, no tenia intensiones de
huir pero necesitaba unos instantes para sí mismo, era lo único que pedía. No
supo cómo los otros dos le vieron, porque no discutieron más, dirigiéndose a la
tienda pero manteniendo un ojo sobre él, como les dijo antes.
De
haber podido Axel se habría tirado sobre el banco, en una apretada bola, adoptando
la posición fetal, y no abandonar nunca el capullo creado por sus brazos y
piernas. Más como no podía hacer tal cosa, se limito a levantar la cabeza y
mirar a través de los espacios entre las hojas, como el sol alcanzaba a filtrarse
creando hermosos destellos. Se pregunto si eso era precisamente Daniel, un fino
hilo de luz que había logrado atravesar las espesas nubes negras, que se
cernían sobre su cabeza.
Desde
que éste apareció, su oscuro mundo se había iluminado un poco, pero un simple
rayo solar no era suficiente para erradicar las tinieblas que le rodeaban. Al
contrario las hacía más oscuras y aterradoras, porque ahora que conocía la luz
y la calidez que esta brindaba, verse obligado a regresar a las frías sombras
de su existencia, sabiendo que nunca más disfrutaría de ese calor y brillo, era
una suplicio del que se tenía la seguridad llegaría demasiado pronto y sin
demora.
Súbitamente
Axel fue sacado de sus depresivos pensamientos, al sentir el peligro cerca de
él, o mejor dicho detrás de él. Volteó buscando la fuente de esa sensación y les
vio, dos hombres recargados casualmente en el tronco del árbol. Aunque en
realidad no eran simples hombres, sino cambiaformas, y por sus nada amistosas
sonrisas que mostraban discretamente sus colmillos, no estaban para nada
contentos con su presencia allí.
Él
sabía que no debía realizar movimientos bruscos ni correr, todo en ellos
gritaba predadores y aunque él también lo era, sin duda los otros eran más
grandes y fuertes. Así que evito mirarle a los ojos para que no creyeran que
les estaba retando. Cautelosamente olfateó el aire para saber a lo que se
estaba enfrentando, y su primer impulso fue de soltar una carcajada, lo que era
mala idea porque hubiera enfadado más a los recién llegados.
Aun
así no pudo evitar que sus labios se crisparan en una sonrisa irónica, al
pensar que por un lado tenia a unos canes
protegiéndole y por otra parte unos canes
amenazándole.
―¿Ves eso Rex? El gato no sólo
ha osado a entrar en nuestro territorio, sino que además tiene el descaro de
reírse de nosotros.
Inmediatamente,
la sonrisa de Axel desapareció ante la palabra territorio, por el miedo de las
consecuencias que esas palabras traían consigo.
―Lo veo Loco, creo que
tendremos que darle una lección a él, y a sus otros amigos también. No podemos
permitirles realizar una afrenta cómo esa, sin que reciban el castigo
correspondiente.
A
pesar de lo que sabía, el miedo tomó control de su cuerpo haciendo que se pusiera
en pie, como si hubiera estado sentado sobre un resorte, y echó a correr con la
adrenalina circulando en sus venas. Sintió una extraña brisa pasarle, seguida
de dos gruñidos de dolor y dos gruñidos que enojados le hicieron detenerse,
nuevamente volteo sintiendo que el peligro había pasado.
Parpadeo
un par de veces al ver como Bram y Roy tenían al otro par, sujetos del cuello y
fuertemente presionados contra el tronco del árbol. Los cuatro se gruñían
sosteniéndose la mirada, buscando imponer su supremacía unos sobre los otros. Axel
aún tenía el impulso de correr lo más lejos que pudiera, pero si lo que éstos
habían dicho era cierto, en ese preciso momento podrían estar rodeados y
superados en número. Correr solo haría que fueran más vulnerables, pues no
dudaba que uno de los dos lobos de su manada, le siguiera para mantenerle
seguro.
A
Axel le causo un poco de shock, darse cuenta de que él se acababa de considerar
miembro de una manada de lobos. Ese no debía ser un sentimiento común entre los
de su especie. Aparto esa peculiar reflexión por el momento, no podía darse el
lujo de distraerse y acabar empeorando la situación, si era capturado por tener
la guardia baja.
―Loco, Rex ¿es qué no puedo
quitarles la vista de encima?
Axel
miro hacia la izquierda de donde provenía la nueva voz, para ver a otro hombre extraño sentado en una banca
alejada, y él podía jurar que no había estado allí cuando llegaron. Tenía los
pies cruzados uno sobre otro, el codo apoyado encima de la rodilla para poder
descansar su barbilla en la palma de la mano.
El
sol brillaba tras de él, lo que no permitía al pequeño felino verle bien. Pero
por la silueta y el aura que desprendía desde esa distancia, sin duda era
alguien de quien tener cuidado. Desgraciadamente el viento estaba en contra,
por lo que le era imposible oler al otro, y saber un poco más a lo que se
estaban enfrentando.
―Cállate, no deberías estar
aquí. Este es un asunto de la manada, no tienes nada que ver en esto.
―¡Oh Rex, hieres mis
sentimientos! ―contestó sarcásticamente
el recién llegado levantándose, haciendo gala de su un metro ochenta y cinco de
altura. Cuerpo bien trabajado, que bajo un costoso traje, se adivinaba
musculoso. Su larga cabellera suelta llegaba un poco más abajo de sus hombros,
y parecía ser tan dorada como los rayos de sol tras de él. Pero lo más
inquietante en éste, es que aun oculta tras las oscuras gafas, su mirada era
intensamente penetrante. Todo él gritaba Alfa, y desprendía fuerza por cada uno
de sus poros, al caminar parsimoniosamente con andar elegante hacia ellos―. No
creo que deba recordarles con quien están hablando, ¿verdad chicos?
―Tú solo eres la
perra de nuestro Alfa, no te debemos ningún respeto ni obediencia ―gruñó
Loco, en esta ocasión.
―Vamos chicos ya hemos pasado
por todo esto, cientos de veces. Soy la pareja de su Alfa, entre más rápido lo
acepten, más rápido las cosas mejoraran para todos.
―Como si fuéramos a aceptar
tal estupidez, aceptaríamos hasta una rata como pareja de Líder, pero no a una
despreciable criatura como tú. ―La
declaración de Rex, recibió un gruñido de apoyo por parte de Loco. El extraño
de pelo color oro, ante esto suspiro audiblemente negando con la cabeza, en
claro gesto de resignación antes de volver a hablar.
―Si mi pareja nos los
apreciara tanto, dejaría que los lobos les arrancaran la garganta, y evitarme
así más dolores de cabeza. ―Finalmente
detuvo su marcha a unos tres de todos ellos―.
Desgraciadamente no puedo permitir eso, así que caballeros, serian tan amables
de soltar a esos dos imbéciles, no quisiera tener que recurrir a la violencia
si no lo hacen.
En
opinión de Axel, las cosas estaban poniéndose cada vez más peligrosas, con cada
segundo que pasaba. Si tan sólo su pareja estuviera allí. No, pensándolo bien
era mejor que no estuviera, o entonces Daniel también estaría en medio del
conflicto. Tal vez Bram, Roy y él podían salir de todo este embrollo sin problemas,
ni involucrando más gente. El extraño de traje parecía ser razonable, él esperaba
que no tomara represarías y los dejara simplemente irse. Entonces ellos podrían
buscar a los demás y salir de la ciudad sin más incidentes.
Claro
que Axel debería haber sabido mejor que nadie, que las cosas nunca pasaban como
él quería. Así lo confirmo cuando el aire trajo el aroma de su pareja y de los
otros, pero no se atrevió a apartar la vista por completo de la escena frente a
él previniendo algún ataque, simplemente por el rabillo de su ojo vio como
Daniel se acercaba presurosamente.
Roy
y Bram aflojaron su agarre pero no soltaron por completo a sus presas, estaba claro que no confiaban en
esos dos, por cómo se comportaban con el que se decía pareja de su Alfa. Si
eran agresivos con éste, con ellos no tendrían reparo alguno en atacarles
también y sería más física que verbalmente, y al parecer sus dos lobos
protectores no querían que las cosas se complicaran tampoco.
―Los
soltaremos, si ellos prometen que no atacaran a ninguno de nosotros, no
queremos problemas sólo estamos de paso ―dijo
Roy con su tono tranquilo y conciliador, justo cuando Daniel llegaba al lado de
ellos y ponía a Axel tras de él protegiéndole, para hacerse cargo de las cosas.
―Soy Daniel, el Alfa de la
manada de lobos, Olin[1].
No sé lo que ha pasado, pero mi hombre tiene razón, únicamente estamos de paso
y nos iremos pronto, así que de acuerdo a la ley de amnistía, tenemos algunas
horas de plazo para hacerlo.
―Un gusto conocerle Alfa
Daniel, me presento, soy Zareb, Pareja Alfa de la manada de perros local, Ullal.
Y tiene toda la razón, por esa ley tiene el derecho de permanecer en nuestro
territorio, con la condición de no agredir a miembros de la raza residente.
Pero como podrá comprobar, ustedes han roto esa regla, por lo que la amnistía
ya no aplicaría. ―Ante
lo dicho por Zareb y las implicaciones de esa frase, Axel no pudo evitar
tensarse, al igual que su pareja y demás miembros de su manada.
―Con todo el respeto Pareja
Alfa Zareb, es…
―Solamente Zareb, nunca me ha
gustado el formalismo que tienen ustedes los Caninos.
Interrumpió
sonrientemente el otro acercándose más hacia ellos, Axel sintió cierta empatía
hacia lo dicho por el otro, aunque en su caso no es que le molestara los
formalismos, simplemente se le hacía algo demasiado raro, y además le gustaba
más escuchar su nombre, porque así realmente sentía que era a él a quien
hablaba.
En
el momento que estuvo a solo medio metro de ellos, todos pudieron oler que
Zareb era sin duda un felino, no un gato
común como él, éste pertenecía a un espécimen más grande y poderoso. Aunque Axel
no pudo identificar la especie a la que pertenecía, nunca había olido a uno
como Zareb antes. Claro que existían gran cantidad de razas con las que nunca
había tenido el mínimo contacto, tan sólo sabía de muchas de ellas por lo que
había escuchado aquí y allá.
Curioso
miró por uno de los costados de su pareja al extraño, era una muy rara
coincidencia que dos felinos acabaran emparejados con una raza rival. Justo en
ese momento Zareb se quito los lentes, fijando su verde mirada en la ámbar de
Axel, quien se sobresalto, pero la gentil sonrisa y la suave mirada del otro le
tranquilizo un poco.
―Con todo el respeto Zareb,
estamos de camino para ir a nuestro nuevo territorio, es un largo viaje y
necesitamos descansar un poco antes de continuar. Si me permites hablar con tu Alfa,
y explicarle la situación se lo agradecería, además le doy mi palabra que no se
suscitara otro incidente como este ―dicho esto, su pareja hizo
una ligera seña, y al mismo tiempo Bram y Roy liberaron por completo a Loco y
Rex, estos últimos sonrieron burlones pero los primeros no respondieron a la
provocación, y rápidamente se situaron junto a Daniel.
―Nuestro Alfa jamás lo
recibirá cuando sepa que nos han atacado sin motivo alguno, así que será mejor
que se marc…
―¡Silencio Rex!, es mejor que
tú y Loco vayan con mi pareja y le digan que el Alfa Daniel solicita audiencia
con él, ―Rápidamente Zareb levanto
una mano para silenciar al par que definitivamente quería discutir, y decir
algo grosero como: no recibimos ordenes
tuyas, pero sólo con una mirada les hizo retroceder un paso― y no me hagan repetirlo, u
olvidare que mi pareja les aprecia y yo mismo les arrancare las gargantas.
¡Ahora vayan!
Frunciendo
el ceño en evidente disgusto, dieron media vuelta y se fueron rumiando. Zareb
volvió a negar con la cabeza y ocupo la banca, en la que Axel había estado
hacia pocos minutos.
―Me disculpo por la actitud de esos
dos, y no va a haber problemas con la amnistía, después de todo yo fui testigos
de que ellos comenzaron el disturbio molestando a… supongo que es su pareja
¿verdad, Alfa Daniel?
―Sí, su nombre es Axel.
―¡¿Axel?!
―¿Algún problema con el
nombre de mi pareja?
―Ninguno Alfa Daniel, es sólo
que no es un nombre común que haya escuchado en esta zona, aunque no debería
sorprenderme pues mi nombre tampoco es común, ¿cierto? ―Sonrió con humor ante lo
dicho, mirando a Axel nuevamente―.
Espero
que se queden más de las treinta y seis horas permitidas, sería bueno poder
convivir nuevamente con otro felino, estar rodeado de canes puede ser realmente
agotador, ¿no lo crees así, Axel?
La pregunta le tomo desprevenido, sobre
todo porque al ser Zareb un felino debía reconocer la marca que le señalaba como
un paria entre los suyos, la casi invisible y pequeña cicatriz en forma de X en
su mejilla izquierda. Así que no debería quererle realmente cerca, pero su mirada
y olor no indicaba que estuviera mintiendo. Confundido lo único que Axel atino
a hacer, fue esconderse completamente tras la espalda de su pareja.
―Debo disculparme en nombre
de mi pareja, Axel es muy tímido.
―No te preocupes, la mayoría
de los felinos lo son. Mi pareja dice que soy una rara excepción entre los míos.
―La verdad es que me
sorprende ver a un león en una ciudad, rodeado literalmente de perros.
―Me gusta que tenga sentido
del humor Alfa Daniel. Más lo que dice es muy cierto, realmente sorprendí a
muchos con mi decisión, pero no me arrepiento. Aun cuando algunos traten
todavía de orinar a mí alrededor, como ya lo vieron. ―Zareb con las manos en los
bolsillos se levanto grácilmente, con un indiscutible garbo felino que Axel
envidio pues no creía poseer tan elegantes movimientos, siempre se había
sentido muy torpe―. Será
mejor que vaya con mi pareja, antes de que esos dos idiotas metan la pata, y
compliquen las cosas para ustedes.
>>Pero
le advierto Alfa Daniel, que si lo que dijo es mentira e intenta apoderarse de
este territorio, no crea que porque ustedes son lobos y esta zona les pertenece
a cambiaformas de perros comunes, puedan
lograr tal hazaña. Pueden creer que su raza es más fuerte, y en algunos casos
sería así, pero no con la mayoría de los nuestros. Además están muy superados
en números, aunque trajeran a veinte o treinta más de ustedes no serían nada.
Pero sobre todo me tienen a mí, y la fuerza de un león es mucho más que la de
un simple lobo. Nos vemos, tengan una
agradable estancia.
Axel se erizo enojado, ante lo que era una
clara amenaza, por parte de Zareb hacia Daniel. Si bien entendía que éste únicamente
estaba protegiendo a su propia pareja, comprenderlo no apaciguaba las ganas que
sentía de rasgar al otro, a pesar de que sabía que no tendría oportunidad
alguna contra un león. Frustrado se pego más a su pareja buscando un poco de
consuelo y tranquilidad, restregando su mejilla en la espalda marcándolo como
suyo sin siquiera darse cuenta. Ya no sabía si le caía bien o mal el tal Zareb,
y con su suerte no quería realmente descubrirlo, lo único que le consolaba es
que se irían pronto de ese lugar.
Zareb entro con una gran sonrisa a
la oficina de su pareja, con movimientos deliberadamente sensuales y
provocativos empujo la silla donde éste se encontraba, para hacerse sitio y
poder sentarse en el filo del escritorio frente a él. Agarrándolo de la camiseta
sin mangas, que la mayoría del tiempo solía usar y las cuales irremediablemente
terminaban manchadas de grasa y aceite de carro, le atrajo para un devastador
beso que dejo a los dos sin aliento, sin importarle en lo más mínimo manchar su
caro traje en el proceso.
―Creo que estas de buenas ―dijo Líder una vez que pudo
respirar normalmente―. Por
cómo Loco y Rex llegaron despotricando y echando espuma por la boca lo supuse, aunque
nunca espere que lo estuvieras tanto.
―Sabes que generalmente estoy
de buen humor, a pesar de que algunos de tus perritos todavía me ladren. Pero tienes razón, estoy un poco
más feliz que de costumbre.
―¿Y eso se debe a…?
―Creo que lo encontré.
―¿A quién?
―A Axel, todos en el consejo felino
creían que estaba muerto, yo siempre les dije que presentía que estaba vivo, debido
a eso los idiotas pedantes de mis colegas se burlaban de mí. Pero ahora seré yo
quien se ría de ellos, porque estoy seguro que el gato que vi hoy era él.
¿Recuerdas que te hable de él, cierto?
―Claro que sí, cómo olvidar lo que
me contaste de él y lo que representa para ustedes… Por lo
tanto, ¿qué harás ahora que lo hallaste?
―Por supuesto que corregir yo
mismo el error que su colonia cometió, hace años, al haberle abandonado en
aquella ciudad humana, simplemente permitiéndole sobrevivir. ―En el rostro de Zareb se
formo una cruel sonrisa y sus verdes ojos adquirieron un brillo peligroso, que
hizo sonreír también a su pareja.
―Esa mirada sólo puede
significar que vas a patear algunos traseros, y luces tan sexy cuando lo haces.
Así que haré lo que sea para ayudarte, y poder estar en primera fila comiendo
palomitas.
―Sabía que podía contar
contigo.
―Y siempre será así, mi gran
león travieso ―contestó
Líder besando el cuello de su pareja, mientras con hábiles movimientos comenzaba
a quitarle la estorbosa ropa.
―Sss… hmmm… Si crees que puedo pensar cuando haces eso,
estas totalmente equivocado.
―Bien, porque sí lo hicieras,
entonces significaría que yo hago un pésimo trabajo. ―En un rápido movimiento el
cambiaformas perro volteó a su pareja sobre el escritorio, dejándole con los
pantalones hasta las rodillas y el trasero levantado, tomó un puño del rubio
cabello dándole un fuerte tirón que no causaba realmente daño, pero que le
encantaba a Zareb. Y acercándose a su oído, hablo en un bajo susurro peligroso
que sabia excitaba a su felino―.
Ahora
te joderé hasta que pierdas el conocimiento, y cuando despiertes planearemos
como proceder con los lobos y sobre todo, con el maldito gato negro, ¿entendiste?
Zareb
sólo pudo ronronear mostrando su acuerdo ante las palabras de su pareja, después
de todo no había prisa para encargarse de ese asunto, era más importante en
esos momentos sentir la gruesa y dura polla de su gran perro malo reclamándole nuevamente, por lo que
levanto más el trasero en una invitación silenciosa. No había nada de qué preocuparse,
ya había mandado a varios para que vigilaran a los intrusos, con órdenes de no dejarles abandonar el territorio bajo
ningún precepto, a menos de que él digiera lo contrario.
Afortunadamente, aunque algunos no le quisieran, la mayoría sí lo
aceptaban y le eran tan fieles como a su pareja, así que podría disfrutar el ser
follado hasta la inconsciencia sin ningún tipo de preocupación, después podría
llevar a cabo lo que desde hace años había querido hacer. En poco tiempo,
definitivamente él pondría fin a uno de los más grandes errores de su raza, y
con su intervención esperaba que esta nunca más volviera a ocurrir.
[1] Olin es el nombre de la manada, el cual pasa
de generación en generación sin cambiar, a pesar de que el Alfa sí lo hace.
Y bien ¿qué les pareció?... Estoy realmente loca por complicar cada vez más las cosas, antes de solucionar unas cuantas, ¿verdad XD?.
Bueno ya saben, no duden hacérmelo saber dejando sus comentarios, eso también me anima a seguir escribiendo. Por el momento eso es todo, esperen muy pronto más de mis locuras q(^o^)p...
muy buen capi....ahora lo único que quiero es que pateen el trasero del león mañoso......pobre minino....las va a pasar peluas...ajjajaja!!!!!!!1...gracias por el capi nuevito....nos vemos pronto....insisto con la pregunta,..cada cuanto sale del horno un capitulo nuevo?..jijij..solo para saber cuanto tengo que morderme las uñas....xaolin...
ResponderEliminarPerdón xolis, se me paso aclarar eso en la entrada, en respuesta a tu pregunta al menos hasta el capítulo 14 será uno cada día, los demás ya veremos cuanto tardan en salir, así que al menos mañana tendrás otro capitulo ^o^. Y gracias por comentar, me alegra que te guste la historia, y espero siga haciéndolo.
EliminarASADSAD mi curiosidad pudo más y me fui a echarle un ojo a los proyectos futuros *¬* NECESITO LEERLOS sgasdaags ♥ ♥ ♥
ResponderEliminarOk, despues de dejar mis delirios por un lado :D
Muchas gracias por este nuevo aporte, no sabes lo ansiosa que me pone cada vez que veo que hay capi nuevo safsdafsd mil gracias lady dragón :)
bueno, y ahora nos apareció un león, vamos de sorpresa en sorpresa, ese pobre minino en verdad que tiene mala suerte, o será mas bien el lobo?
ResponderEliminarGracias por este otro capitulo cada vez esta mas interesante estoy deseando leer el siguiente para ver que trama ese leon
ResponderEliminarNo puede ser en serio que eres buena escribiendo tramas xq todos los días me dejas con intrigas y ansias de el próximo Cap en serio q esta buenisima la historia ojala todo le vaya Bn al lindo gatito gracias x el Cap y a esperar x el siguiente
ResponderEliminarpobre gatito espero que el gatito muestre sus garras y le de en zarpazo a ese león malo me a encantado este capi y espero que león no le haga nada al gatito y que Daniel le de ostias a el perro y el leon
ResponderEliminarGracias por el capitulo, esta pero que muy interesante.
ResponderEliminarPobre Axel, podre Daniel.
Esperando que la batalla este más al favor de nuestros bando.
Besossssssssssssss y con ganas del próximo capi.
DIOS muero por saber como sigue esta historia!!!!!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarpor suerte solo son horas pero ya me preocupa cuando llegue el cap.14 ja,ja
espero que las intensiones de este leon sean buenas pero sino seguro que Daniel sabrá hacerse cargo.
besos y en ESPERA DESESPERADA JA,JA
Hola :D
ResponderEliminargracias por otro capi, buen fin de semana, besosss
PD: voy a darle una miradita a los proyectos ;)
hola lady, feliz sábado, por dios!!! pobre gatito, encima ahora se le cae encima un león, pobrecito espero que Daniel pueda arreglar las cosas sin que haya alguna pelea!!! y puedan llegar a su nuevo hogar pronto!!! o a lo mejor el león no es malo y quiere enmendar la injusticia cometida a Axel o soy muy ilusa jijiji espera con ancias el próximo capitulo, besos
ResponderEliminarYa me cayo mal ese pretencioso y enga~oso leon. Espero que nuestro gatito pueda con lo que venga, y que su lobo lo pueda proteger. Gracias por tan buen capitulo.
ResponderEliminarBesos
Esta muy buena la historia, espero que ese maldito león no les haga nada a los protagonistas, y que sean felices y tengan muchos hijos jijijiji.
ResponderEliminarSaludos y abrazos y espero que la continues.