domingo, 2 de febrero de 2014

Y Aquí Esta El Capítulo 11, Disfrútenlo q(^O^)p




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Hola a tod@s, ya estoy aquí con el nuevo capítulo. Hoy no me explayare mucho, porque tengo que salir y vengo a la carrera a hacer la entrada, para aquellos que la están esperando no esperen por más tiempo. 

Así que sin más, les dejó el capítulo once, espero les guste y lo disfruten q(^o^)p...









CAPÍTULO 11

<<No se qué debo hacer, no puedo irme simplemente así como así ¿verdad?, ¿Acaso no me dijo María que un lobo puede morir por no tener a su pareja con él? ¡¡MALDICIÓN!!

Tranquilo, respira Axel, debe haber una forma de salvar a todos. Recuerda que prometiste que esta vez, tu maldita suerte no ganaría.

Bien, lo primero es distanciarme para que los infortunios no lleguen a ellos, pero sin separarme del todo de Daniel. Sí, parece tan sencillo ¿Pero cómo rayos voy a lograr eso?, ¡Vamos Axel!, tiene que ocurrírsete algo. Piensa, piensa, piensa…>>

Axel se encontraba en un callejón cercano del hotel, había dejado de correr cuando recordó lo dicho por María. Sumergido en su dialogo interno daba vueltas por todo el lugar, moviéndose de manera nerviosa y errática. Tan ajeno al mundo que le rodeaba, que no sintió como alguien se le acercaba, hasta que fue demasiado tarde.

Mira nada más, lo que me trajo el viento. La sedosa y afilada voz le hizo saltar, antes de verse fuertemente apresado por un cuerpo más grande que el de él. Axel miró la cara de su atacante, para encontrase con unos fríos ojos verdes, que tenían un brillo de peligrosidad en ellos. Había estado elaborando todo un complicado plan para separarte de los lobos, y aquí estás, viniendo directamente tú mismo hasta mi encuentro. Creo que debo de darte las gracias, por evitarme tantos problemas ¿cierto, Axel?

Él fue incapaz de responder, aunque la pregunta era claramente retorica y no lo necesitaba, y es que todo en lo que Axel pudo pensar fue en que al parecer, ya no tenía que preocuparse más de sus problemas. Porque si lo que veía en esa mirada era cierto, la muerte finalmente le habría alcanzado. Sólo tenía un gran remordimiento de último minuto, no haberle dicho a su lobo que a pesar del corto tiempo que llevaban conociéndose, él sabía que había comenzado a amarlo con todo su ser, y hubiera querido que lo suyo hubiera tenido alguna oportunidad de ser.

Pero sobre todo, pedirle perdón por todo el dolor que trajo a su mundo, estaba seguro que Daniel desearía jamás haberle encontrado en un principio. Ojalá, y si eso de las reencarnaciones fueran verdad, él renaciera como algo muy diferente y ellos pudieran estar juntos sin ningún impedimento en esa ocasión. Aunque con todas las muertes de las que era responsable, lo dudaba mucho, al parecer los finales felices no existían para él.


Alfa, siento interrumpir, sólo quería saber ¿si su pareja está con usted? preguntó Bram entrando a la pequeña terraza, mirando alrededor en busca del mencionado.

Él debe de estar en nuestra habitación.

No lo está Alfa, vengo precisamente de allí, porque quería saber que iba a querer para cenar.

Daniel se levanto rápidamente de la silla, las palabras de su ejecutor le hicieron sentir un mal presentimiento recorriéndole por completo. Apenas salir por la puerta, detectó el olor de su gato, lo que era extraño porque estaba seguro que Axel, aún no había estado en esa sección del hotel. Entonces terror puro lleno sus venas, cuando recordó de qué había estado hablando con el Coronel, hacia apenas unos minutos.

Echó a correr sin hacer caso de los gritos de sus hombres tras de él, lo único en su mente era encontrar a su pareja lo más pronto posible. Siguiendo el rastro llegó a un callejón, sólo para ser recibido por el fuerte olor a huevo podrido, rápidamente se alejó porque el penetrante aroma golpeo su sensible sentido del olfato. Perdiendo irremediablemente todo posible rastro.

Gruño furioso y tomó su celular para llamar a los demás, mientras podía escuchar los pasos de Coronel y Bram alcanzándole. Estaba apenas a punto de desplegar el menú de contacto, cuando la pantalla mostró que había una llamada entrante, acompañada de la clásica melodía que correspondía a dicha acción.

 Aunque él no estaba de ánimos para responder, tampoco era como si pudiera rechazar hablar con el Alfa local, estando allí por la amnistía. Por otro lado, si lo pensaba mejor era muy conveniente contestarle, así podía solicitar ayuda o por lo menos, permiso para movilizarse más allá de lo permitido, y poder buscar sin problemas a su escurridiza pareja.

Habla el Alfa Daniel, ¿Qué puedo hacer por usted Alfa Nerón?

Lo siento Alfa Daniel, soy Zareb. Le hablo desde el número de mi pareja, para que no tuviera dudas en contestar mi llamada.

No hay problema Zareb, aunque espero poder hablar al final con tu pareja, si no es ningún inconveniente.

Claro que no hay problema, mire sólo llamaba por un asunto relacionado con Axel, su pareja…

―¿Es qué usted sabe algo acerca del paradero de mi compañero? interrumpió bruscamente Daniel, y es que simplemente con escuchar el nombre de su minino, algo instintivo e irracional lo hacía actuar de esa forma, debido a la preocupación que sentía.

―¿Quiere decir que no está con usted?

Salió sin avisar y estoy un poco preocupado, ya sabe, no conoce la zona y tampoco tuve tiempo para hablarle sobre los límites, que nos fueron marcados por tu pareja. Daniel no estaba muy dispuesto a decir todo lo que pasaba, eso era un asunto que les atañía sólo a ellos, pero dijo lo suficiente para conseguir lo que necesitaba. Por esa razón quiero hablar con el Alfa Neron, ya que me temo tendré que movilizarme un poco para encontrarlo.

Claro, no creo que haya ningún problema. Pero por favor, espérenos en su hotel, nosotros le apoyaremos en la búsqueda, estaremos allí en cinco minutos.

Sin esperar contestación Zareb había colgado, en otras circunstancias  Daniel se hubiera molestado, pero en esos momentos no tenía cabeza para nada. Suspirando de frustración miró a Coronel y a Bram, sabía que ellos habían escuchado todo, así que únicamente les hizo una pequeña seña, para que regresaran sobre sus pasos. A pesar de que su lobo pedía con insistencia ir en cualquier otra dirección para encontrar lo que era suyo, él no tenía más opción que hacer caso a la solicitud de la pareja Alfa, de lo contrario podría traer más complicaciones de las que ya tenían.

No había dado más de cinco pasos, cuando algo hizo clic en su cabeza. Respiró profundamente llevando todos los olores hacia su nariz, había estado tan concentrado únicamente en el aroma de su pareja, que de momento pasó por alto la fresca esencia a perro y león que allí se percibía. Y ahora que lo pensaba, ¿no era mucha casualidad que Zareb le hablara, tan sólo unos minutos después de la desaparición de Axel, preguntando precisamente por éste?

Desde el principio el león parecía muy interesado en su pareja, él no había sospechado nada porque parecía que lo único que deseaba era hablar con otro de su misma especie, pero ahora estaba seguro que había más atrás todo ese inocente asunto. Ardiente furia remplazó el temor dentro de él, no importaba quien fuera o a cuantos tendría que enfrentarse, Daniel iba a destrozar a cada uno de los que se interpusieran entre su pareja y él.

Bram tengo una misión para ti, necesito que en cuanto lleguemos al hotel te reúnas con Bárbara y Roy. Ambos deben ponerse de acuerdo para crear una pequeña distracción, que le permita a Bárbara salir sin ser vista, ella tendrá la encomienda de buscar a Axel desde las sombras. Nadie más puede saber que le está buscando ―ordenó hablando en voz baja y prácticamente sin mover los labios, para que nadie más que sus dos hombres le escucharan.

Entendido Alfa respondió Bram, de la misma manera cautelosa y apenas visible.

¿Qué está pasando? Ese es un movimiento muy repentino y provocativo Alfa. El coronel expresó también de manera reservada su preocupación, una que por la mirada en el rostro de Bram, los dos compartían. Pero el ejecutor no se sentía con el pleno derecho de interrogar a su Alfa, estaba en su naturaleza obedecer órdenes no cuestionarlas. Ese no era el caso de Pedro, que como Beta tenía la obligación de hacerlo, cuando creía que era conveniente.

No confío en ellos, han estado mostrando un inusual interés en mi pareja, y creo que nos han estado vigilándonos. Huelan bien a su alrededor, y notaran que el olor a perro es muy fuerte en el perímetro, pero no hay señales de que perros normales, hayan pasado por aquí. No hay pelaje, micciones o deposiciones, nada. Ambos con discreción hicieron lo que su Alfa dijo, y efectivamente tenía razón. Cuando él vio el reconocimiento en sus miradas, continuó. Además olía a león cerca del callejón, donde casualmente el rastro de mi pareja se pierde.

Entonces fingiremos que no sospechamos nada, y los haremos que nos ayuden a buscar a tú pareja, para alejarlos de Bárbara que se encargara de revisar la casa del Alfa Nerón y sus alrededores afirmó Coronel, entendiendo completamente las acciones, e intensiones de su Alfa.


Se deslizó en absoluto silencio alejándose rápidamente del hotel, siguiendo las instrucciones que Bram le diera para llegar al callejón, pero se detuvo a varios metros del lugar. No quería perder el rastro de Axel, por el pestilente olor, del que el ejecutor le advirtió. Miró desde la distancia la distribución del lugar y decidió rodearlo, tal vez por la parte de atrás, la huella del aroma de la pareja de su Alfa continuara.

Se movilizó de manera rápida, pero siempre con cuidado para que nadie la viera. El que por naturaleza su olor fuera muy tenue, siempre la había ayudado a que pudiera pasar casi imperceptible a los demás cambiaformas, lo que le hizo ganarse el apodo de la mujer invisible, por parte de Zac.

Tardó un poco en llegar al sitio deseado, sintiéndose decepcionada al no hallar el rastro del aroma de la pareja de su Alfa, el podrido olor seguía inundando el lugar perdiéndose a en la lejanía.

<<Un momento, no hay viento para que lleve el olor, sólo hay una manera de que eso pasara. Axel, su secuestrador o ambos, debieron  de mancharse con los restos del huevo... Realmente espero no estarme equivocando, o habré perdido valiosos minutos.>>

Sin perder tiempo siguió su instinto, sacando su celular y poniendo el manos libres, marco el número de su Alfa, quería ponerle al corriente de su descubrimiento. Claro que lo haría en clave por si alguien ajeno a la manada la escuchara, pero era necesario hacerle saber acerca de su posición, de esa forma los demás alejarían a los perros de esa direccion, o todo podría darse por perdido.


Daniel término la llamada y rápidamente mando mensaje de texto en código a los demás, para que se alejaran de la zona a donde Bárbara se estaba dirigiendo. Todo lo hizo de manera casual para no levantar sospechas. Por el rabillo del ojo miro al Alfa Nerón y a la pareja de éste, se veían angustiados y solidarizados, ¿de verdad se sentían de esa manera, o simplemente eran unos muy buenos actores?, porque ni siquiera su olor los delataban.

Espero que le encontremos pronto, me preocupa que este en lugar que no conozca y se halla metido en algún problema.

No se preocupe Alfa Daniel, tengo a todos mis hombres cubriendo la zona.

Nuevamente agradezco su ayuda Alfa Nerón.

Dígame Líder solamente, paso mucho tiempo con este apodo, que oír mi nombre se me hace muy raro ―pidió sonriendo y con sus ojos brillando con humor, Daniel regresó una sonrisa algo forzada asintiendo, y procedió a tratar de obtener información de la pareja.

Zareb espero que cuando las cosas regresen a la normalidad, tú y Axel puedan reunirse para hablar tranquilamente, seguro tienen mucho de qué poder hablar.

Sí, hay cosas que sólo un felino sabe acerca de su propia raza.

Su teléfono volvió a sonar y contestó de inmediato, no dijo ni una sola palabra, simplemente profirió un pequeño gruñido mostrando su acuerdo y colgó, mando los mensajes y volvió a guardar el celular. Sólo entonces fijó su penetrante mirada en la del león mientras hablaba, haciendo todo el esfuerzo por no desgarrar a sus dos acompañantes en el proceso.

―¿Tanto como para querer tenerle cerca a la fuerza, secuestrándole?

¿Qué significa exactamente eso, Alfa Daniel?

Cuide muy bien su tono de voz y la forma en que se dirige a mí pareja, u olvidare cualquier trato que hayamos hecho los dos intervino inmediatamente Líder, frunciendo el ceño.

Creo que es demasiado tarde Líder ―pronunció el sobre nombre del otro, sin mostrar respeto alguno, desde el momento en que ustedes se llevaron a mi pareja, hicieron una declaración de guerra hacia nosotros.

Esa es una acusación sin fundamento.

No lo es Zareb, acabo de recibir una llamada de uno de mis centinelas, confirmándome que mi pareja esta retenida en un edificio junto al taller de carros, ¿van a seguir negándolo acaso?

Eso no es posible, nosotros nunca haríamos una cosa así.

¿Entonces quiere decir que alguno de sus hombres, actuó por cuenta propia? Su tono de voz mostraba completamente su incredulidad.

No lo sé Alfa Daniel, pero le juro por mi honor de Alfa que de ser así, castigare personalmente al, o los responsables de tan deshonroso acto.

Sólo espero que estén diciendo la verdad, o yo soy el que juro que caerá un verdadero inferno sobre todos ustedes, no importa que nos superen en fuerza o número, no moriré hasta que cada uno de ustedes yazgan bajo mis pies.

El ambiente entre ellos se puso tenso de repente, y todas las sonrisas desaparecieron de sus rostros, pero ninguno de ellos atacó en ese instante, simplemente cambiaron el curso de sus pasos acelerándolos. Por el momento Daniel estaba dispuesto a darles a los otros el beneficio de la duda, su formación le había enseñado a nunca precipitarse no importara la situación, o pudiera que los suyos terminaran pagando las consecuencias.

Si bien sus hombres y él podían estar acercándose a una trampa, eso no sería problema porque como le había dicho al Alfa Nerón, no caería hasta que sus contrincantes lo hicieran, y él agregaba también en el juramento, que tampoco permitiría que sus hombres lo hicieran. Y nada hacía más peligroso a un cambiaformas, ser mágico, hombre o cualquier otra criatura, que la férrea determinación a proteger lo que le pertenecía.


Sus ojos seguían irritados y lagrimando, su nariz picaba horrores y no podía dejar de limpiársela con el dobladillo de su camisa, en un intento de calmar su malestar. Su captor no estaba en mejores condiciones, sólo que éste se afanaba en limpiar su boca, o más específicamente la lengua.

 Cuando había estado contra la pared, el instinto de supervivencia de Axel se había activado, haciendo que tratara de luchar para escapar. Entre el forcejo pisó una bolsa de basura, e inmediatamente un pútrido olor, les rodeo golpeando sus sensibles olfatos.

A causa del oloroso impacto, no había puesto resistencia cuando el otro le hizo brincar el muro, para salir del lugar y alejarse lo más que pudieran de allí. No fue hasta que llegaron al edificio que parecía abandonado, que Axel se dio cuenta de su error. Él pudo haber utilizado esa distracción para escapar, en su lugar se había puesto a plena disposición de su captor. Intentando no levantar sospechas, trató de hacer a un lado su malestar para analizar su alrededor buscando una salida.

Ni siquiera lo intentes gato habló él otro con desprecio, sin siquiera mirarlo, no saldrás de aquí hasta que haya logrado mi objetivo.

¿Por qué quieres matarme? Se arriesgo a preguntar no importándole lastimar su garganta en el proceso, debía averiguar el por qué estaba tras de él, no para hacer algo al respecto, simplemente que si iba a morir quería saber la razón.

No te confundas gato, no quiero matarte a ti, el que debe morir es tu pareja, tú solo eres el señuelo para atraerlo hasta mí.

La reacción de Axel fue instantánea, sus colmillos y garras crecieron y sus ojos cambiaron a los de un gato, sintió el cosquilleo de su piel debido a que su pelaje negro quería crecer. Pero él no estaba dispuesto a cambiar totalmente, de lo contrario no podría enfrentar a su adversario como debería. Siseando furioso se preparó para abalanzarse sobre el de ojos verdes, cuando justo en ese momento, y aún en medio de su cólera, lo vio.

Allí delante de él, estaba la razón de todo ese problema, semioculto tras otras fuertes y falsas emociones, brillando en todo su esplendor dentro de las orbes esmeraldas. Axel sintió como su corazón latía a mil por hora. Por un lado frente a él estaba quien había amenazado con matar a su pareja, y por el otro lado estaba lo que acababa de descubrir y que hacía que sintiera que le habían dado una bofetada con guante blanco[1], paralizándole de inmediato.

Sacudiendo la cabeza, dividido entre lo que debía hacer y cómo actuar a partir de ese momento, comenzó a moverse despacio rodeando a su enemigo, para hacer algo de tiempo en lo que sus ideas se aclaraban, inmediatamente el otro también adoptó una pose de ataque. Debía encontrar una manera de solucionar las cosas, antes de que se complicaran más, algo difícil teniendo en cuenta a su fiel compañera.

La desesperación y angustia le inundaron, cuando percibió el muy tenue olor de Bárbara. Sí ella había llegado hasta allí los otros no tardarían, y era lo último que Axel quería. No porque no quisiera ver a su pareja, ante esa expectativa su corazón saltaba de alegría, sino porque temía que la sangre corriera y no precisamente la suya, o la de los miembros de su manda.
<<¡Maldición! ¿Es qué nunca me pueden salir las cosas bien, por una vez en la vida?>>

Todo lo que a Axel se le ocurrió en esos momentos, presa de la desesperación, fue correr lejos de ese lugar, pero su secuestrador era más rápido de lo que creyó en un principio, y pronto se vio aprisionado nuevamente por éste. Intento zafar su brazo del agarre sin éxito alguno, desistiendo totalmente, cuando una potente y enojada voz lleno el recinto.

¡Suelta inmediatamente a mi pareja, antes de que te arranque todas las extremidades, y te convierta en una serpiente completa en ambas formas!

El cambiaformas serpiente sólo sonrió socarronamente, mientras en un movimiento demasiado rápido para apreciarlo, incluso con las capacidades superiores que ellos poseían, se colocó detrás de Axel tomándolo esta vez por ambos brazos inmovilizándole por completo.

Si crees que puedas lograr tal hazaña, antes de que yo le muerda inyectándole mi letal veneno, adelante hazlo.

Daniel gruño mostrando sus dientes, pero no movió un solo musculo más. Fue entonces que Axel sintió otra familiar presencia acercarse lentamente por atrás de ellos, la tensión del cuerpo que le retenía le hizo saber que éste también lo había sentido, pero por lo demás fingía no haberlo hecho. Y en ese instante supo que él debía intervenir.

¡Detente Bram, no lo hagas! habló lo más fuerte que sus cuerdas vocales se lo permitieron, haciendo lo posible por transmitir su férrea convicción. Nadie se acerque o ataque, yo estaré bien, mi vida no está en peligro.

Pero Axel ¿Cómo pue…?

¡Cállate gato! ―interrumpió la serpiente, cualquier cosa que Daniel hubiera querido decir, apretando su agarre se centró en Axel, olvidando a los demás en el edificio. Claro que estás en peligro, no me subestimes. No seré una de las serpientes más grandes, pero mi veneno es de los más mortales que existen en el mundo.

De haberlo querido ya me hubieras matado, y si lo que buscas es matar a mi pareja, hacer precisamente eso le mataría a él también, y lo sabes. Axel volteo un poco su rostro, tratando de mirar por encima de su hombro al otro, y continuó hablando a pesar de que sentía la garganta como si alguien le estuviera pasando una lija por ellaNo tendrías por qué haber pasado por tantos problemas. En el callejón estaba demasiado distraído para sentir tu presencia, una rápida mordida y hubieras logrado tu objetivo, así es como actúan los verdaderos asesinos. Lo sé porque desafortunadamente lo he presenciado, cuando estaba relegado a la clandestinidad. Tú en lugar de eso me trajiste aquí para que mi pareja viniera, no para matarlo a él, sino para que él te matara a ti.

―¡He dicho que te callaras! No sabes lo que dices. A pesar de lo firme de su voz, Axel le sintió temblar casi imperceptiblemente y supo que tenía razón. Ahora sólo tenía que ver la forma de que esta vez, su suerte no interviniera o todo estaría perdido.



[1] Es a dar  respuesta ante un agravio de manera muy sutil y elegante, que termina “desarmando” por completo al  adversario.







Y bien ¿qué les pareció?... Ya saben no olviden dejar sus comentarios para hacérmelo saber, eso me anima a seguir escribiendo. Pero antes de despedirme quería aclarar algo, en la parte en que Axel esta sufriendo limpiando su nariz por el olor del huevo podrido, y dice que el otro esta en igual condición pero limpiando su lengua se debe a que las serpientes tienen su sentido del olfato en ella, es  solo una aclaración para que no haya confusiones XD. 

Ahora si, por el momento eso es todo, esperen muy pronto más de mis locuras q(^o^)p...




12 comentarios:

  1. Repito eres una diosa, no me gusto el capitulo, me encanto espero con ansia el proximo capitulo

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  2. Bueno cada vez me confundo mas, pensé que eran los perros los que iban a secuestrar a Axel con el león, esperare el próximo capitulo

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  3. \(>///<)/ ♥ OMG este capitulo esta increíble y tu Lady Dragón mil gracias por mi capitulo (dosis) del día ♥ Axel >_< safdsafsd

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  4. Gracias por el capitulo este giro no me lo esperaba genial estoy deseando leer el siguiente

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  5. dios que enrevesado se esta poniendo todo.me encanta

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  6. esta super genial.besos y animo.

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  7. esta super genial.besos y animo

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  8. Me gusta la complicación de la trama, espero a ver que sigue. Un gran abrazo Lady.

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  9. xuta...pensé que corría la sangre...no es que sea violenta...pero casi..casi..la eche de menos..ajjajaa....buen capitulo...y cada vez mas atrayente....bss

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  10. hola lady, gracias por el capitulo, espera el siguiente para saber que paso jijiji de donde salio esa serpiente!!!! ya se va complicando la cosa, esta quedando genial, besos

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  11. me encanto!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! cada ves es mejor la trama.
    esperando el próximo capi

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  12. Muchas gracias por el capitulo! Cada vez esta major esta historia, muchas gracias por compartirla con nosotr@. Besos

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